EDITORIAL. Año 3, Numero 6. 1 de junio de 2021.

Lynton Crosby, director de campaña del primer ministro británico Boris Johnson, describió la táctica de propaganda denominada "gato muerto". Es la introducción de un tema sensacionalista para desviar la atención del público de temas más dañinos. Es una estratagema que es demasiado familiar en Filipinas.

Hágase inyectar una vacuna fabricada en China que aún no ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Desafíe al juez Antonio Carpio a un debate acerca de la soberanía filipina sobre el Mar de Filipinas Occidental, y luego se retira del desafío aparentemente porque olvidó que es presidente. Acusar a los presuntos funcionarios del Partido Comunista de Filipinas de ser terroristas. Hasta el hastío.

El presidente Rodrigo Duterte y sus secuaces están orquestando esta macabra rutina de divagaciones presidenciales cargadas de improperios y conferencias de prensa aún más tontas. Ataca implacablemente al pueblo filipino y a la comunidad internacional con acrobacias sensacionalistas pero malolientes para restar valor a las realidades más reprensibles y mortíferas. De hecho, Duterte está lanzando "gatos muertos" para crear distracciones públicas.

Sus amos imperialistas deben estar encantados. Pero no, las naciones amantes de la paz y los pueblos del mundo no se distraen. ¡El régimen de Duterte asesina por decenas de miles a los mismos ciudadanos que ha jurado proteger y servir! Es culpable del terror asesino de la "guerra contra las drogas" y la "guerra contra el comunismo" perpetradas contra los filipinos oprimidos y empobrecidos. La corrupción y la incompetencia del régimen están agravando el número de muertes, enfermedades y empobrecimiento causado por la pandemia de Covid-19. La corrupción, la incompetencia y los tratos traidores están llevando a la economía del país aún más a la deuda y la bancarrota. Y lo más claro es que la traición y la falta de coraje de Duterte están entregando el patrimonio de la nación filipina en el Mar de Filipinas Occidental.

No importa cuántos gatos muertos arrojen al creciente cúmulo, Duterte y su camarilla gobernante serán tenidos en cuenta. Los pueblos del mundo no creen en las distracciones y los engaños: el régimen de Duterte no representa a la nación filipina soberana. El frente patriótico más amplio del pueblo filipino condena con vehemencia los crímenes del régimen y exige la expulsión y el castigo de Duterte como asesino y traidor a sangre fría.