El Partido Comunista de Filipinas (CPP), en una declaración emitida el 15 de enero de 2023, reveló que los nombramientos de antiguos secuaces militares de Duterte, como el general Eduardo Año, en organismos clave de defensa y seguridad están a medio camino del golpe de Estado, junto con el aumento de la represión política y la guerra de supresión.
Marco Valbuena, Jefe de Información del CPP, dijo que la sustitución de la Prof. Clarita Carlos como asesora de seguridad nacional por el Gral. Año después de sólo seis meses en el cargo, tras el anómalo nuevo nombramiento del Gral. Andrés Centino como jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP) y el nombramiento del Gral. Carlito Gálvez para el Departamento de Defensa Nacional (DND), completa su control de los organismos clave de defensa.
Valbuena dijo: "Los rumores de un golpe de Duterte han estado circulando. De hecho, el golpe ya está medio hecho. La reorganización de la Policía Nacional aún no se ha completado. Con los hombres de Duterte en pleno control del ejército, Marcos Jr. está ahora cogido por una de sus pelotas. Corre un riesgo político cada vez que sale del país para sus viajes."
Según Valbuena, el control militar del Estado burocrático sigue la doctrina estadounidense de "antiterrorismo" y contrainsurgencia anticomunista, en la que los militares definen y dictan la política estatal y colocan a los organismos civiles bajo su control. "Para los militares, todo es blanco o negro. Cualquiera que no se doblegue es comunista o amigo de los comunistas," añadió.
"Podemos esperar todas las tácticas brutales de la ley marcial, la represión política y la guerra de supresión. Seguirán desatando tácticas tan brutales como las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros y las desapariciones, los ataques contra sindicatos y organizaciones, las incursiones armadas en pueblos enteros, los bombardeos aéreos y los bombardeos de comunidades campesinas, campos y bosques, etc."
Sobre las negociaciones de paz NDFP-GRP, Valbuena dijo que este "triunvirato fascista" se opone violentamente a cualquier reanudación de las conversaciones para resolver la guerra civil abordando las raíces socioeconómicas del conflicto armado. Para ellos "no hay otra definición de paz, sino la paz por sepultura."
Valbuena argumenta que "con la camarilla gobernante ocupada en un tira y afloja por el poder, el presidente Marcos se muestra indiferente e incompetente a la hora de resolver los acuciantes problemas del aumento de los precios, especialmente de los alimentos y los productos agrícolas. En lugar de ello, el pueblo sigue sufriendo una brutal represión. Habiendo aprendido la lección durante la ley marcial, el pueblo, sin embargo, sabe que no tiene otra opción que luchar militantemente para alcanzar sus aspiraciones a una vida mejor."
"Las amplias masas populares están cada vez más decididas a combatir el terrorismo de Estado, mientras luchan por defender sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales. Huelgas, manifestaciones masivas y otras formas de acción colectiva tratan de estallar en todas partes. Un amplio frente unido antifascista está a punto de levantarse para luchar contra el gobierno de facto de la ley marcial de Marcos", concluye Valbuena.