El Partido Comunista de Filipinas hizo un llamamiento al pueblo filipino el 13 de mayo para "rechazar y resistir el ilegítimo régimen de Marcos II", declarando que las elecciones presidenciales del 9 de mayo "fueron manipuladas para hacer creer que Marcos ganó por una victoria arrolladora". El tandem entre Ferdinand Marcos Jr. y Sara Duterte-Carpio, de acuerdo con el Partido Comunista de Filipinas, robó las elecciones nacionales y locales del 9 de mayo "manipulando el sistema de elección automatizado de la Comisión Electoral, comprando votos, usando la coerción armada, la desinformación sistemática, la manipulación mental, el engaño político y la distorsión histórica".

El partido añadió que "La campaña fue dirigida por grandes firmas de publicidad que llevaron a cabo campañas mediáticas y sociales con granjas de trolls, financiadas con el dinero corrupto de Marcos, los fondos estatales de Duterte y contribuciones financieras de magnates de los grandes negocios, grandes terratenientes, dinastías políticas y señores de la guerra. Bajo el pretexto de la contrainsurgencia, unidades policiales y militares hicieron campaña activamente por Marcos y Duterte... Al clásico estilo hitleriano, la mentira de la "arrolladora victoria" de Marcos se hizo deliberadamente colosal para hacer a la gente creer que no podría darse una distorsión tan grande de la verdad".

El recuento parcial y no oficial de la COMELEC el 13 de mayo indicó que Marcos Jr. obtuvo 31 millones de votos, mientras que su rival más cercano, la vicepresidenta Maria Leonor Robredo, recibió 14,8 millones de votos. El recuento representó el 98,35% del total de los votos emitidos. A 13 de mayo, todos los rivales presidenciales, incluyendo Ms. Robredo, han admitido la derrota.

Miles de filipinos, sin embargo, han estado protestando desde el 10 de mayo contra el fraude electoral y rechazando el recuento de la COMELEC. En Metro Manila, miles han desfilado hasta el centro nacional de recuento. Acciones similares de protesta han tenido lugar en otras grandes ciudades del país. El 13 de mayo varios grupos hiciero un llamamiento para la celebración de una Protesta de Viernes Negro.

La supervisora electoral Kontra Dava etiquetó las recién concluidas elecciones como "las peores de la historia" debido a la incesante distribución de desinformación durante la campaña y las numerosas irregularidades electorales.

Kontra Dava dijo que hasta 1.1 millones de votos se perdieron debido al mal funcionamiento de 2000 máquinas de recuento. Recibieron 577 informes de mal funcionamiento de máquinas de votación, 152 informes de campaña ilegal, 109 informes de compra de votos y 55 informes de acoso e intimidación el 9 de mayo.

Numerosos incidentes de compra de votos e intimidación fueron informados por partidos políticos de oposición y otros supervisores electorales a lo largo del país. La COMELEC informó del mal funcionamiento de 1800 máquinas de votación el 9 de mayo.

En su llamada a rechazar el "régimen ilegítimo", el PCF enfatizó que "el tandem Marcos-Duterte representa a los peores de los tiranos, fascistas y corruptos capitalistas burocráticos... Marcos Junior es un impenitente beneficiario y defensor de los 14 años de dictadura fascista de Marcos. Se combina con Sara Duterte, una autoritaria sedienta de poder que gobernó la ciudad de Davao con el poder militar y policial".

El Partido Comunista de Filipinas alertó de que el régimen Marcos-Duterte será "una continuación de los pasados 6 años de gobierno tiránico y servidumbre a poderes imperialistas extranjeros, y un retorno a los niveles de corrupción y saqueo de la época Marcos".