Con motivo del 37 aniversario de la revuelta popular de EDSA, miles de organizaciones de trabajadores, campesinos y los sectores más amplios de la sociedad filipina reviven el espíritu de un levantamiento de masas que derrocó a una dictadura. Al mismo tiempo, el pueblo filipino recuerda los horrores de la ley marcial: un duro recordatorio de la situación actual bajo el hijo del difunto dictador y actual Presidente Marcos Jr.
De hecho, el legado del levantamiento popular de EDSA es una ocasión importante para recordar no sólo en el contexto de la militarización desenfrenada y los abusos contra los derechos humanos que se producen actualmente en el campo, sino también en medio de los intentos de Marcos Jr. de reescribir la sórdida historia de su padre.
Pasar página, perdonar y olvidar, decían a menudo los Marcos y sus secuaces al pueblo filipino.
¿Pero hacia dónde? Cuando existen las mismas condiciones económicas nefastas y no se vislumbra un verdadero desarrollo agrícola e industrial; cuando la inflación es máxima y las masas trabajadoras soportan el peso del aumento de los precios de los bienes y servicios básicos; cuando la subcontratación es rampante y los salarios están gravemente deprimidos.
¿Cómo pueden perdonar las víctimas de la ley marcial? Cuando durante más de cinco décadas no se hace justicia; cuando las fuerzas del Estado emplean las mismas tácticas de tortura, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales; cuando la ley se convierte en un arma, y cuando la represión y el terror de Estado son imperantes.
¿Cómo puede olvidar el pueblo filipino? Cuando reina la corrupción flagrante y el Fondo de Inversiones Maharlika desvía el dinero del pueblo a los bolsillos de políticos corruptos; cuando la amenaza del "cha-cha" (cambio de estatutos) está viva y las dinastías políticas y los compinches de Marcos se aferran desesperadamente al poder; cuando Marcos hijo, al igual que su padre, demuestra una vez más su servilismo a los intereses del imperialismo estadounidense.
Revivir el espíritu del levantamiento popular de EDSA significa construir el más amplio frente unido contra el terrorismo de estado y el capitalismo burocrático del régimen de Marcos y EEUU. Pedimos a todos los filipinos en el país y en el extranjero, y a nuestros aliados en la lucha democrática nacional, que se unan contra la represión y opresión del tipo de la ley marcial, disfrazada de contrainsurgencia y destinada únicamente a suprimir las luchas democráticas libradas por las masas filipinas.