El 24 de febrero de 2023, se cumplió un año del inicio de la guerra en Ucrania.  Manifestaciones en todo el mundo condenaron a los "imperialistas estadounidenses" y a sus aliados de la OTAN por seguir suministrando armas y material militar a Ucrania, prolongando de este modo el conflicto.

En una declaración emitida el 24 de febrero de 2023, el Partido Comunista de Filipinas declaró: "El diálogo pacífico debe llevarse a cabo con el fin de resolver la guerra en Ucrania en consonancia con las aspiraciones del pueblo ucraniano a la paz, la libertad y la democracia, así como la aspiración de la población de habla rusa de la región de Donbass a su derecho a la secesión y la autodeterminación nacional."

La declaración también afirmaba: "Mientras las amplias masas del pueblo trabajador de Ucrania sufren, los capitalistas monopolistas, especialmente los fabricantes de armas y los especuladores financieros siguen embolsándose enormes cantidades de beneficios." El CPP se refirió entonces a las grandes corporaciones que se están beneficiando a través de la especulación en el mercado de materias primas clave como el petróleo y los cereales.

"Las interrupciones en el suministro de combustible a Europa provocadas por las sanciones de Estados Unidos contra el gas natural ruso causaron un profundo daño a la población durante el invierno", añadió el CPP.

La guerra ha causado miles de muertos en ambos bandos del conflicto. Las infraestructuras civiles han sido bombardeadas, provocando destrucción y penurias a gran escala.  Millones de ucranianos han sido expulsados de sus hogares y han buscado refugio en muchos países europeos.  

La declaración también señala que "Incluso mientras EE.UU. vierte miles de millones de dólares en la guerra de Ucrania, está ocupado aumentando su presencia militar en Japón, Corea del Sur, Filipinas y otros países asiáticos, como parte de sus planes para el teatro de guerra contra China."

La declaración del CPP también hace un llamamiento al pueblo filipino para que "se mantenga firme en la defensa de su soberanía nacional y aplique una política exterior independiente y pacífica. Deben oponerse militantemente a los intentos de las potencias imperialistas de utilizar Filipinas como parte de sus guerras. Deben llevar adelante su exigencia de retirada de todas las tropas extranjeras, buques de guerra de propulsión nuclear portadores de armas nucleares, misiles y otros equipos militares en el país. Deben ampliar su llamamiento al desmantelamiento de todas las instalaciones militares extranjeras, que invariablemente sirven de imán para los ataques."