Hace unes semanas, los voluntariós de una comunidad de Metrto Manila, empezaron una mesa con frutas, verdures y otros alimentós para que las persones pobres pudiesen coger aquello que necesitaben urgentemente. El lema de la despensa comunitària (“da lo que puedas, toma lo que necesites”) se ha convertido en un fenómeno a lo largo de todo el país, inspirando el surgimiento de cientos de despensas comunitarias por toda Filipinas.

Con 26 años, Ana Patricia Non, la innovadora de la despensa comunitària, empezó en la calle Maginhawa de su vecindario, en Quezon City, el día 14 de abril. Informa que han sido organizadas 350 despensas comunitarias por todas las Filipinas. Algunas persones afirman que el número ha ascendido hasta 700 despensas comunitarias que estan surgiendo tanto al Norte, como Aparri (en la província de Cagayan Valley), así como en el sud, Zamboanga (en la isla de Mindanao). Los residentes de la comunidad ofrecen dinero, comida y mano de obra para las despensas comunitarias, mientras la gente afectada gravemente por el desempleo, la pobreza y el hambre hacen colas por el, tan necesitado socorro.

Sin embargo, el día 19 de abril, los oficiales del gobierno de Duterte, liderados por el L. teniente general Antonio Parlade y el vicesecretario de comunicaciones Lorraine Badoy, interrogaron a Non y los voluntarios de la comunidad por los motivos. El general Palarde dijo que el gobierno estaba investigando sus antecedentes por possibles vínculos con el CPP (Communist Party of the Philipines), el NPA (New People’s Army) y el NDFP (National Democratic Front of the Philipines). Parlade y Badoy son los portavoces del NTF-ELCAC (tarea nacional que fuerza a poner fin a los conflictos locales con los comunistes armados).

Las alegaciones llevaron a Ana Non a cerrar la despensa de su comunidad por unos días. Sin embargo, la reacción pública contra los oficiales de Duterte, junto con el apoyo en forma de bola de nieve, la impulsó a la reapertura de la despensa. Los parlamentarios han criticado la etiqueta roja del NTF-ELCAC, diciendo que el aumento de las despensas comunitarias son una señal de desesperación de la gente ante el fracaso del apoyo del gobierno a las gentes filipinas afectadas por el COVID-19.

Las comunidades filipinas que se encuentran en el extranjero también están apoyando  dichas despensas comunitarias, enviando dinero a los conocidos y amigos que se encuentran en las Filipinas para hacer así su contribución. La República Federal de Alemania, a través de su embajada en Manila, ha donado alimentos a la despensa comunitaria de Ana Non. “Profundamente impresionada por el espíritu solidario de los filipinos. Un enorme respeto a los voluntarios y su iniciativa”, comentó la embajadora de Alemania, Anke Reiffenstuel.