El pasado diciembre, el director adjunto del Consejo de Seguridad Nacional, Jonathan Malaya, cuestionó los motivos del (Partido Comunista de Filipinas - Nuevo Ejército del Pueblo - Frente Democrático Nacional) CPP-NPA-NDF para entablar conversaciones de paz con el (Gobierno de la República de Filipinas) GRP diciendo que estaba "muy perplejo y decepcionado" por la reciente declaración del CPP reiterando el llamamiento a un movimiento de rectificación en todo el Partido.

Cabe señalar que la declaración del CPP reitera un proceso que comenzó ya en 2016 tras el II Congreso del Partido. El objetivo del movimiento de rectificación es fortalecer aún más el Partido "elevando el conocimiento teórico y la práctica revolucionaria de los cuadros del Partido" y superar "las debilidades y deficiencias en los campos ideológico, político y organizativo."

Contrariamente a lo que insinúa el NSC, el llamamiento del Partido a la rectificación no va en contra de los objetivos de las negociaciones de paz entre el GRP y el NDFP. Las negociaciones de paz sirven como un lugar para llevar a cabo reformas socioeconómicas sistémicas y profundas, un esfuerzo que está totalmente alineado con la lucha contra la pobreza y la falta de tierras, que están en la raíz del conflicto armado.

De hecho, el CPP apoya plenamente la posible reanudación de las conversaciones de paz formales y, en su declaración, incluso hizo un llamamiento para fortalecer la representación del NDFP en las negociaciones de paz para lograr una paz justa y duradera. El CPP se refirió a la autoridad del NDFP para representar al gobierno democrático popular como la organización clandestina de frente único más consolidada y unida bajo el liderazgo del Partido.

El cuestionamiento por parte del NSC de la sinceridad del NDFP en las conversaciones de paz expone su propio marco militarista que pretende forzar al movimiento revolucionario a rendirse en lugar de discutir y buscar genuinamente soluciones para lograr una paz justa y duradera. El NDFP ha reiterado en múltiples ocasiones que el objetivo de las negociaciones de paz debe ser abordar las demandas de las masas trabajadoras filipinas.

El CPP y el NDFP consideran las negociaciones de paz como un campo de batalla adicional, aunque desarmado, para avanzar en las demandas democráticas del pueblo. El NDFP rechaza cualquier noción que tergiverse las negociaciones de paz como una 'negociación para la rendición'. El NDFP reitera su compromiso y su plena intención de entablar conversaciones de paz con el GRP con el objetivo de hacer valer una auténtica reforma agraria, la industrialización nacional, la justicia social y una verdadera democracia.