En su segundo discurso sobre el estado de la nación (State of the Nation Address, SONA) del 24 de julio, Marcos Jr. fue tramposo al describir la situación real de Filipinas, hizo afirmaciones deshonestas sobre sus logros y terminó con promesas irrealizables.

Fingiendo compasión con las masas sufrientes, Marcos Jr. comenzó su discurso con el tema de la inflación, la principal preocupación de la mayoría de los filipinos. Luego seleccionó estadísticas para presentar la ilusión de un "robusto crecimiento económico".

Aunque la tasa de inflación ha seguido bajando en abril tras el máximo de 14 años del 8,7% en enero, según IBON seguirá siendo alta y volátil porque el gobierno no ha tomado medidas decisivas para bajar los precios. El gobierno de Marcos Jr. se negó a atender el llamamiento de la población para que se eliminara el impuesto sobre el valor añadido del 12% sobre bienes y servicios, así como los impuestos sobre el petróleo. Los elevados impuestos sobre el combustible aumentan el precio del petróleo, lo que provoca la subida del precio de otros productos.

La "economía en crecimiento rápido" exagerada por Marcos Jr. fue un engaño al público y una exageración al atribuirla a la "buena gestión económica" del presidente. El crecimiento del 7,6% en todo el año se produjo sólo porque la economía aún se estaba recuperando de la contracción del -9,5% del PIB en 2020. El rápido crecimiento es insostenible, ya que el efecto rebote del crecimiento negativo de 2020 se ha agotado. La economía empezará a ralentizarse y volverá a su trayectoria real de crecimiento lento anterior a la pandemia.

En el discurso de Marcos Jr. no se menciona la implícita permanencia de las tropas estadounidenses en el país. Marcos Jr. permitió esto al permitir las bases EDCA (Enhanced Defense Cooperation Agreement) en lugares estratégicos del país, donde EE.UU. está ahora preposicionando sus tropas, acorazados, aviones de guerra y municiones como parte de su "primera cadena de islas" en preparación bélica contra China.

La serie de "ejercicios conjuntos de interoperabilidad" de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Estados Unidos y otros aliados son preparativos de guerra contra China. ¡Marcos Jr. está permitiendo que EEUU arrastre a Filipinas a una potencial guerra interimperialista!

Otra omisión intencionada fue la cuestión de los derechos humanos. La campaña de represión de Marcos Jr. no ha cambiado ni en la forma ni en el fondo con respecto a las de sus predecesores. Bajo su mandato, hubo 94.448 víctimas de violaciones de los derechos humanos en 954 casos distintos. Esto se traduce en dos víctimas al día desde el 30 de junio de 2022 hasta el 30 de junio de este año.

Marcos Jr. facilita aún más la impunidad del terrorismo de Estado con su decisión de desvincularse totalmente de la CPI (Corte Penal Internacional).

En su primer año, el régimen de Estados Unidos y Marcos Jr. ha dejado claro su flagrante desprecio por las negociaciones de paz con el Frente Nacional Democrático de Filipinas (NDFP).

La causa revolucionaria por la auténtica libertad nacional y la justicia social es mucho mayor que la oferta de amnistía de Marcos Jr. La historia demuestra cómo el Estado contrarrevolucionario ha utilizado las ofertas de amnistía como balas azucaradas contra las fuerzas revolucionarias.

El FIM (Fondo de Inversión Maharlika) fue mencionado casualmente en su discurso para no atraer más atención sobre esta controvertida ley. El FIM, de 500.000 millones de pesos filipinos, que él y sus secuaces en el Congreso aprobaron a pesar de la oposición generalizada del pueblo filipino, será la mayor fuente de corrupción de la historia del país. El FOMIN facilitará el "blanqueo" de la mayor parte de la riqueza ilícita de Marcos.

Por último, la exhortación a una "Bagong Pilipinas" (Nueva Filipinas) es un inteligente cambio de imagen del mantra corrupto y fascista de la "Bagong Lipunan" (Nueva Sociedad) del difunto dictador Marcos padre.