EDITORIAL. Año 3, Numero 10. 1 de octubre 2021.
Nos unimos al pueblo filipino y al resto del mundo para conmemorar el 49º aniversario de la declaración de la Ley Marcial en Filipinas el 21 de septiembre de 1972. Nunca debemos olvidar este horrible periodo de la historia filipina en el que Ferdinand Marcos, con el pleno respaldo de Estados Unidos, se hizo con el poder absoluto, abolió el Congreso, prohibió los partidos políticos, cerró los medios de comunicación, prohibió las actividades de masas y suspendió los derechos civiles y políticos.
En el periodo comprendido entre 1972 y la caída de Marcos en 1986, decenas de miles de filipinos fueron asesinados, torturados, desaparecidos y detenidos ilegalmente. Marcos y sus compinches llevaron al gobierno a la bancarrota, condujeron al país a una ruina sin precedentes y sepultaron al pueblo bajo montañas de deudas.
Es extremadamente importante y urgente que no olvidemos los horrores de la Ley Marcial, ya que ahora el país está gobernado por el tirano Rodrigo Duterte, amante confeso de Marcos y dispuesto a imponer su gobierno fascista dinástico.
En un breve lapso de cinco años, Duterte ya ha superado a Marcos en brutalidad, corrupción y traición. Desde 2016, las fuerzas de seguridad de Duterte han asesinado a más de 30.000 filipinos en su "guerra contra las drogas" y su "guerra anticomunista". En colaboración con los capitalistas monopolistas chinos y las bandas criminales, Duterte y sus compinches se embolsan jugosas comisiones por contratos gubernamentales anómalos y acaparan las operaciones ilegales de drogas y contrabando en el país. El desvío de miles de millones de pesos de fondos públicos a empresas favorecidas durante la pandemia es uno de sus peores e imperdonables actos de saqueo. Él y sus compinches están a punto de superar a la familia Marcos en términos de corrupción y saqueo.
Duterte ha entregado vastas partes del Mar de Filipinas Occidental a China a cambio de promesas de sobornos chinos en contratos gubernamentales, vacunas y protección. Al mismo tiempo, sigue extendiendo los derechos extraterritoriales a los militares estadounidenses a través del Acuerdo de Fuerzas Visitantes y otros acuerdos desiguales, a cambio de nuevos equipos militares, así como de vacunas acaparadas por Estados Unidos.
A los ojos del pueblo filipino y de los pueblos amantes de la paz del mundo, Duterte se ha hecho infame por su fascismo, su misoginia, su aversión a los derechos humanos y su desprecio por los pobres. Su tiranía ha ahogado al país en la oscuridad. Sin embargo, esto ha hecho brillar más la luz de la resistencia democrática del pueblo, iluminando el camino de la lucha armada revolucionaria por la liberación nacional y social del pueblo filipino.
Extraído de "El tirano Duterte ha superado a Marcos en términos de terrorismo y saqueo".
Partido Comunista de Filipinas, 21 de septiembre de 2021.